Gracias al Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), un equipo de astrónomos descubrió que una estrella enana fría y tenue genera un campo magnético sorprendentemente poderoso, que nada tiene que envidiarle a las zonas magnéticas más intensas de nuestro propio Sol. Estas erupciones trazarían líneas de fuerza que actuarían como aceleradores cósmicos de partículas y curvarían la trayectoria de electrones que, de esa forma, emitirían las características señales de radio que ALMA puede detectar. Según los astrónomos, estas intensas erupciones estarían bombardeando a los planetas cercanos con partículas cargadas, siendo extremadamente difícil que la vida evolucione en un ambiente tan tormentoso.
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